Mas…turbaciones mentales. Serie semanal
Por Gilberto Castrejón
Doctor en Filosofía de la Ciencia
Twitter: @gil_castrejon
En el capítulo 4 de Rayuela, Oliveira escucha en boca de la eterna Maga, una extraordinaria definición de un esnob:
“Oliveira escuchaba sin ganas, lamentando un poco no poder interesarse; […] mientras la Maga explicaba por qué Chempe y Graciela eran buenas chicas, y cuánto le había dolido que Luciana no fuera a despedirla al barco, Luciana era una snob, eso no lo podía aguantar en nadie.
-¿Qué entendés por snob? -preguntó Oliveira, más interesado.
-Bueno -dijo la Maga, agachando la cabeza con el aire de quien presiente que va a decir una burrada- yo me vine en tercera clase, pero creo que si hubiera venido en segunda Luciana hubiera ido a despedirme.
-La mejor definición que he oído nunca -dijo Oliveira.”
Y sí, de las redes sociales se ha dicho mucho, aunque cada vez descubrimos que nada es suficiente, pues es un fenómeno humano enteramente propio del presente siglo, con el que hemos ido avanzando a la par. Precisamente es que quisiera dedicar unas breves palabras a algo que ya existía en el ámbito de las relaciones humanas, pero que dadas las posibilidades expresivas, comunicativas e incluso imitativas, que permiten las redes sociales, puede que vaya en repunte: el fenómeno del esnobismo.
Un esnob es la persona que imita conductas propias de una clase social y/o intelectual distinta a la suya, y por ende, que considera superior a la suya, por lo que tiende a despreciar a los de su clase o a los que considera de “clase inferior”. ¿Cuántos de nosotros no hemos conocido personas así?, ¿cuántos de nosotros hemos visto aflorar ese esnobismo en nuestros conocidos (de la vida real) una vez que los vamos conociendo por las redes sociales? Siempre he dicho que ser superficial no es lo mismo que gustar de lo superficial, pero si uno va a imitar conductas, gustos e incluso ideas de otros, ¿por qué ha de hacerlo superficialmente, y a su vez, por qué imitar mezquinamente lo mezquino de otras clases? Llegados aquí, debo aclarar que presiento que las redes sociales pueden contribuir a volverse un esnob. Si por ejemplo observo que algún amigo virtual se comporta, posee cosas, piensa, etc., todo lo que yo desearía, y por mi sentido de pertenencia, comienzo a mostrarme que soy y pienso como él. Aunque el fenómeno es todavía más curioso: ¿a cuántos no conocemos que en persona son tímidos o poco intelectuales, pero en la red son los más aventados y sabios?, ¿a cuántas y cuántos no conocemos que se dedican a subir y subir fotos en sus mejores poses, sólo para atraer la atención de cierto tipo de hombres o mujeres a los que en persona no podrían ni mirar a los ojos?, ¿cuántos no usan las redes sociales para burlarse y criticar conductas, creencias y hasta la imagen de personas de clase popular, pero curiosamente éstos mismos pertenecen a dicha clase, y viven en colonias populares? Estos últimos abundan, y suelen crearse un círculo de personas como ellos, pues siempre buscarán estar en un terreno de confort, donde su esnobismo se potencie más y más.
El esnobismo es muy común en los círculos intelectuales y/o artísticos; la verdad es que siempre me he divertido al ver los rostros de algunos esnobs cuando uno les revela su gusto por ciertas nimiedades o infamias, que a ellos mismos, precisamente por su esnobismo, les resulta inconcebible aceptarlas. Digo, gustar de cosas finas, excéntricas o intelectuales y artísticas no es propio de una clase social e intelectual privilegiada, se puede estar debajo de la escala social, pero ser como un verdadero “príncipe”, que nada tiene de esnob porque no imita, pues sus gustos e intereses los trae en las entrañas. Se puede estar arriba de la escala social e intelectual y no necesariamente ser mezquino, además de gustar de nimiedades e infamias.
Como dicen por ahí, “las personas de quinta se juntan con personas de quinta, las de primera con personas de primera”, ¿podrá aplicarse eso mismo en las redes sociales?, porque si es que tenemos amigos esnobs creo que ya es tiempo de aplicar el “eliminar de la lista de amigos”, no sea que se termine por ser salpicado de “paisajes humanos” que atentan contra nuestra individualidad y otras instancias.
PD Creo que las redes sociales están llenas de esnobismos, basta ver los temas, las imágenes, los juicios, diálogos, intereses, etc., de muchos, nunca es tarde para hacer una depuración de nuestra red de amigos virtuales.
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