SOBRE LO COTIDIANO Y TRIVIAL

Samantha Carbajal/ 23/05/2022

Mas…turbaciones mentales. Serie semanal

Por Gilberto Castrejón
Doctor en Filosofía de la Ciencia
Twitter: @gil_castrejon

Hay veces en que uno necesita de lo simple y cotidiano para retomar nuevos bríos. Precisamente de eso también se trata el asunto de la vida. Hace un tiempo, instaba a un grupo de conocidos y colegas a trasladar ciertas discusiones (que difícilmente solemos tener frente a frente) al espacio de la red, es decir, si generalmente cada vez que nos vemos para echarnos “unas frías” o cuando fumamos y platicamos en la chamba, sólo hablamos de trivialidades, ¿por qué no destinar parte del espacio mutuo de las redes sociales para hablar de “temas chonchos”? Jejeje, debo decir que no se logró nada, pues a pesar de que ellos, como bien creo también muchos de mis contactos de otros contextos (artistas, músicos, científicos, académicos, ingenieros…) realizan cotidianamente actividades que resultan interesantes y “chonchas”, parece ser que la mayoría, si no es que todos, prefieren no hablar a profundidad de lo que supuestamente es lo que refleja su “lugar en el mundo”. Parece ser que la gran mayoría prefiere utilizar las redes sociales para trasladar las mismas discusiones triviales y autocomplacientes que suele llevar a cabo en su vida cotidiana. Llegados aquí, la cuestión no es si eso está bien o mal, sino ¿qué tan bien está? A la sazón del maestro Leonard Cohen: comparar mitologías es un excelente “tónico existencial”, más cuando, dejando a un lado a mi grupo de amigos con los que por default sé que tengo “completa afinidad”, y que en algunos casos, son del mismo tipo de conocidos con los que suelo juntarme en el trabajo, ¿por qué no me atrevo, al menos tantito, a salir de mi “terreno de confort”, para interesarme por rollos y temas distintos a los de mi cotidianidad? Lo digo principalmente por las características de los diálogos que muchos de mis contactos tienen con su grupo de amigos, con las mismas afinidades, en donde tal diálogo se convierte en un “juego autocomplaciente de espejos”, donde sólo nos dedicamos a alabarnos mutuamente, de ahí la tendencia a “para nada salirme de mi terreno de confort”, digo, si también en las redes vamos a dialogar como lo hacemos “en vivo”, pues… “estupendo”, jejeje.

Lo trivial y cotidiano es necesario, como lo profundo y espeso también, el punto no tiene que ver con solemnidades, sino con apertura, no tiene que ver con que a alguien le interese hablar de Laura Bozzo y yo lo repudio, y por eso mejor me repliego con mis “amigos afines”, el punto tiene que ver con aprovechar verdaderamente las potencialidades del intercambio de información y la efectividad de los lazos comunicativos.

Finalmente, cada quien sabe en qué ocupa su tiempo, lo curioso es que ni siquiera de las trivialidades cotidianidades resulte posible hablar a profundidad jejejeje.

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