Mas…turbaciones mentales. Serie semanal
Por Gilberto Castrejón
Doctor en Filosofía de la Ciencia
Twitter: @gil_castrejon
Después de casi dos décadas de trabajar con jóvenes universitarios, y tener la oportunidad de ver su evolución, creo que es posible aceptar la tesis de: “tu forma de percibir el mundo determinará tus acciones, y por ende, tus resultados…” Digo lo anterior porque incluso, al ver la evolución de familiares y amigos, pienso que cada quien obtiene lo que en el fondo desea, pero dicho deseo se ha ido permeando en relación directa con la manera que tenemos de percibir, interpretar, padecer…, el mundo. Doy algunos ejemplos sencillos:
Si se observa con atención los sucintos ejemplos, podrá identificarse un rasgo característico: la esteticidad, es decir, dichas percepciones difícilmente evolucionan, de aquí mi tesis: «una forma adecuada de percibir el mundo debe estar sometida al principio del cambio, debe evolucionar.» En este último sentido es que mencionaba el hecho del principio, los resultados que alguien obtenga a partir de sus acciones, dependen de su manera de percibir el mundo, pero dicha percepción debe evolucionar, como un “deseo permaneciendo deseo”.
Conozco alumnos, amigos, familia, etc., que difícilmente evolucionan, su percepción del mundo sigue siendo la misma de hace 20 años. No se me malinterprete, ni siquiera me estoy refiriendo a algo tan básico como el que un individuo madure, no, como una vez decía: “el principal error que muchos cometemos es creer que el mundo siempre ha sido así…”, es decir, obviamente el mundo cambia, y muchas veces de forma vertiginosa, ¿por qué no cambian nuestras percepciones sobre él? En cierto sentido es estúpido decir que “todo lo de antes (música, protestas, discursos, diversiones, drogas, ideas, literatura, familia, sexo, televisión, educación, moral, etc., etc.) era mejor”, quien afirma eso puede que se aferre a seguir percibiendo el mundo a su manera, y por algo: resulta inoperante en el mundo presente, de aquí que no evolucione, y sus resultados difícilmente le satisfacen. Una época puede ser más fructífera que otra, aunque quién sabe si los individuos también lo sean. Finalmente, sólo me atrevería a decir: “percibe el mundo como un abismo”, de ahí que siempre se debe uno mover, claro, podemos mantener percepciones, siempre y cuando sean objetivas, lo subjetivo del mundo es lo que muchas veces nos ha traído infinidad de malos resultados. A la sazón del maestro Leonard Cohen, “comparemos mitologías con todo y con todos”, percibamos el mundo construyendo ahí donde muchas veces ya todo está derrumbado. Es como ser primero cristiano, después ateo, volverse esotérico, después agnóstico, tomar el hábito y pregonar después el camino de la ciencia; ser moralista, después amoral o inmoral, decirse ecléctico, capitalista, socialista, tercera vía, culto, inculto, y de nuevo volver al principio, pero percibiendo adecuadamente, porque al hacerlo, en algún momento se habrá uno de detener, para tomar nuevos bríos. Lo corto aquí porque ya me estoy volviendo panfletario jejeje.
PD Percibamos todo o nada, pero siempre hagámoslo agitando banderas, las mismas que servirán para cubrirnos el rostro si es necesario.
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Contacto: samcarbajalreportera@gmail.com
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