Por Rodolfo Gameros, Product Manager en BlueYonder y Profesor de Cátedra en el Tecnológico de Monterrey.
La importancia de aprender de diferentes culturas y cuestionar los propios paradigmas de manera crítica es de alto valor en la educación. La gran necesidad de adaptarse a un mundo actualmente interconectado, a partir de la reciente pandemia, abrió un nuevo rumbo a las instituciones educativas al tener que explorar y ofrecer clases y cursos de manera virtual. Si esto lo escalamos a nivel mundial, podríamos hablar de que dentro de poco tiempo la educación podría alcanzar un nivel más globalizado, fomentando así el desarrollo y oportunidades tanto académicas como interculturales, dando como resultado egresados con una vasta experiencia internacional.
Si tomamos en cuenta las tendencias mundiales, como el uso cada vez más intenso de las tecnologías de la comunicación y la información en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, podemos ver que el impacto de la ciencia de datos en la educación también es cada vez mayor y si sumado con una adecuada combinación de la diversidad cultural esto brindará aún más beneficios, como el propiciar una gran red de alumnados y profesores de excelencia.
Como alumno egresado del programa de Bachillerato Internacional (IB) considero que implementar su programa educativo en todas las instituciones sería la plataforma idónea, que conjugado con la ciencia de datos, impulsaría mundialmente el nivel educativo en nuestro país. El modelo de enseñanza del IB fomenta en cada estudiante la formación de un pensamiento crítico, desde una etapa temprana, llevándolos a cuestionar todo lo que creen saber. A partir de esto es más fácil romper paradigmas, lo cual se vuelve trascendental al momento de interactuar con personas que provienen de un contexto social y cultural diferente, adquiriendo los mismos estándares competitivos a nivel Internacional.
Entre las fortalezas que experimenté con el sistema del IB está el hecho de que los exámenes finales son de la misma exigencia en México, Reino Unido, Estados Unidos, Países Bajos, Filipinas, España, Egipto, etc., lo cual es algo extraordinario, pues esto ayuda mucho a crear una educación más allá de los modelos locales; y a la vez esto brinda una buena idea a los estudiantes sobre sus habilidades para ciertas materias a nivel mundial.
Cursar el Bachillerato Internacional representó para mí un gran reto al sobrellevar las exigencias académicas propias del programa. La oportunidad de cursar Teoría del Conocimiento, así como todas las materias relacionadas a las Matemáticas fueron un parteaguas en mi experiencia como estudiante pues me ayudó a identificar mi habilidad innata para esta ciencia.
Es importante vislumbrar que hoy en día la interacción entre alumnos de diferentes partes del mundo es mucho más accesible, gracias a los avances tecnológicos, y que con el adecuado uso de la ciencia de datos por parte de las instituciones educativas no sólo las puede mantener dentro del ranking mundial, sino que estas pueden brindar experiencias internacionales a sus estudiantes, lo que conllevaría a una formación integral de los ciudadanos globales del futuro.
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