Mas…turbaciones mentales. Serie semanal.
Por Gilberto Castrejón
Doctor en Filosofía de la Ciencia
Twitter: @gil_castrejon
Hay un dicho que siempre me ha martillado: “Puedes sacar al muchacho del barrio, pero no al barrio del muchacho”, quizá precisamente por lo objetivo de estas palabras es que resultan un tanto “incómodas”, ya que uno puede corroborarlas día a día. Hace años, acostumbraba poner a leer a mis alumnos de matemáticas, sí, chavos que estudiaban ingeniería leyendo obras de literatura “por encargo”, y finalmente: “por un punto” jejeje. Debo decir que hubo muchas experiencias curiosas, como aquella vez en que un alumno se acercó a regalarme un ejemplar de Padre rico, padre pobre, del “hombre que ha hecho a más hombres ricos en el mundo”: Robert T. Kiyosaki; creo que resulta obvio que de entrada apliqué mi prejuicio, y sin embargo comencé a hojearlo por curiosidad. En este sentido es que quisiera dedicar algunas palabras a lo que entendemos por progreso, éxito, trascendencia…
El texto de Kiyosaki lanza una cuestión que de una u otra manera resulta interesante: ¿qué es lo que le dice un padre pobre a su hijo?, ¿qué es lo que le dice un padre rico a su hijo? Lo que me lleva de nuevo al dicho inicial: “puedes sacar al muchacho del barrio, pero no al barrio del muchacho”, y que, a su vez, haciendo un paréntesis, lo complementaría con “mete a un rico al gueto y de seguro morirá…” ¿Qué entienden por éxito y progreso los pobres, y asimismo los ricos? La mayoría de los del primer tipo, si no es que todos, dirían que “tener dinero”; los del segundo tipo, quizá que “mantener el status, acrecentarlo y tener poder”, la pregunta ahora sería: ¿cómo lograrían eso? En cierta ocasión participé en un debate sobre lo que cada uno entiende por logros, todo representante de estas “juventudes maquiavélicas”, criado en la “ideología capitalista”, afirmaba que un logro es tener casa, auto, dinero…, es decir, un logro está representado más en lo que se posee, lo que para un pobre sería precisamente sinónimo de todas sus aspiraciones; para alguien un tanto más “romántico”, un logro se refleja en aquello que haces: grados académicos, aportaciones, obras de creación…, lo que nos remite a la cuestión: ¿cómo se logra el éxito, el progreso? A diferencia de lo que menciona Kiyosaki, creo que cualquiera que conciba un logro en términos de la segunda categoría, de todos modos, por default, obtendrá: dinero, casa, auto…, pero llevando a la práctica la fórmula de la felicidad a la Russell: “lo que importa es el viaje, no el destino”; quien conciba el logro de acuerdo a la primera categoría, quizá también logre su cometido, pero no es seguro que cumpla la fórmula russelliana. En la actualidad se trata de “tener un buen trabajo” que garantice lograr todas nuestras aspiraciones, sin embargo, ¿a costa de qué?, corriendo el riesgo de, como dijera Martin Amis: “…todo mundo estaba siempre estornudando, moquiteando, tosiendo, bostezando, sintiendo náuseas. Eran conscientes de que se sentían enfermos, pero no sabían que se sentían así porque trabajaban en un edificio enfermo: pensaban que el motivo de su enfermedad era la actividad que desarrollaban allí durante toda su jornada…”
Es cierto, resulta indignante ser “un pobre pendejo”, y éstos se encuentran en cualquier estrato social, pero más triste es ser “un pendejo pobre” jejeje. Lo único que podría decir, si fuera un padre pobre es “sácate al barrio del espíritu”, pero no se me malinterprete, no me refiero a renegar de los orígenes, ni despreciar a la gente que es como uno, sino de emanciparse de todo ese cúmulo de ideas, prejuicios, comportamientos… que precisamente llevan a alguien de abajo a no progresar. Así como el barrio marca, el nacer en una “cuna de oro” también marca, y llega a crear ideas, prejuicios, comportamientos… que resultan cuestionables; lo que hay que aceptar es que ni todos los “pobres son buenos”, ni todos los “ricos son malos”, quizá en parte será así en la medida de cómo entiendan cada uno lo que es el éxito, el progreso. Se puede ser perdedor y estar arriba del estrato social, como se puede ser ganador sin poseer nada material.
Si progresar para “perdedores” y “ganadores” sólo es “tener dinero”, con esto sólo puedo pensar que el dinero es como una carta de suicidio, escrita por aquéllos que lo desean y no lo tienen, por esos que alguna vez lo tuvieron pero que lo han perdido, o incluso por quien ya lo tiene y siente pavor al pensar que puede perderlo. «Dadme el jodido dinero y ya está», he aquí un grito de batalla de la actualidad, aunque lo más curioso es que no necesariamente el dinero lo vuelve a uno mejor persona, y sólo provoque rodearse de gente y objetos para llenar un vacío con otro vacío.
PD Puedes ser un perdedor o un ganador, pero por favor no seas un vulgar, un deshonesto, una mierda…
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